El mármol busca potenciar su uso en suelos de obra pública
El laboratorio de I+D+i de resinas de la UAL ha pedido un proyecto a la Junta para investigar nuevos procedimientos para aumentar la capacidad antideslizante
Un grupo de investigadores de la Universidad de Almería pretenden
encontrar un procedimiento químico con el que conseguir que el mármol y
la piedra natural de la comarca de Macael aumenten su capacidad
antideslizante. El propósito perseguido es que este material pueda
emplearse en suelos de edificios o zonas de uso sanitario, docente,
comercial, administrativo, etcétera, lo que permitiría encontrar una
nueva salida comercial para un sector gravemente tocado tras la caída de
la construcción.
Hasta ahora, y atendiendo al Código Técnico de Edificación de
2006, el mármol no es un producto recomendado para suelos por su valor
de resistencia al deslizamiento, ya que el CET obliga a utilizar en las
obras de edificios materiales adecuados para favorecer que las personas
no resbalen, tropiecen o se dificulte su movilidad.
Este proyecto ha sido solicitado a la Consejería de Innovación
de la Junta de Andalucía a través del Laboratorio de Resinas y Aditivos
de la Piedra Natural (LIDIR), laboratorio mixto entre la Universidad de
Almería y el Centro Tecnológico Andaluz de la Piedra, que espera
respuesta de la administración para emprender un estudio que permita
encontrar un aditivo adecuado para aplicar en obra o fábrica y lograr un
material que cumpla con las actuales normas de edificación de edificios
públicos.
El responsable del proyecto, Antonio Manuel Romerosa Nievas,
catedrático de Química Inorgánica de la UAL y responsable del Lidir,
explica que el objetivo perseguido con el presente proyecto es la
obtención de un método que permita de la forma más práctica posible que
el mármol pulido brillante de la comarca de Macael gane grados de
antideslizamiento.
"Queremos que el mármol cuya clase en función de su resistencia
al deslizamiento está en 0 y 1, alcance un grado de antideslizamiento
que lo eleve a clase 2 y 3", puntualiza Romerosa.
"Queremos que el mármol cuya clase en función de su resistencia
al deslizamiento está en 0 y 1, alcance un grado de antideslizamiento
que lo eleve a clase 2 y 3", puntualiza Romerosa.
Añade que el valor de deslizamiento actual del mármol "limita
mucho el uso de un material tan noble y bello sobre todo en obras
públicas, aunque cada vez más en las privadas".
A este respecto, Antonio Romerosa señala que este hecho no tiene
sólo como consecuencia que muchas construcciones no disfruten de la
belleza y calidad de acabados del mármol, sino que además el hecho de no
poder contar con este material está teniendo cada vez mayor influencia
económica sobre el sector, sobre todo en tiempos de crisis como los
actuales.
Por lo tanto, "encontrar algún procedimiento que permitiera que
el mármol entrara dentro de las normas exigidas relanzaría su uso, lo
que tendría una incidencia muy positiva en la economía de las zonas
productoras de mármol", concluye.
Noticia El Almeria.
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