Soler considera que la situación vivida por la próxima construcción de un huerto solar en la escombrera de “El Pozo” de Macael, es una “cuestión muy puntual”, que no enturbia las buenas relaciones con el Consistorio de los empresarios, a los que tranquiliza asegurando que “el Ayuntamiento ha hecho las cosas bien”, y ha firmado un contrato en el que, si las partículas de polvo en suspensión, afectan a las placas solares, la empresa no podrá reclamar compensación alguna.
Mismo caso con el agua de las canteras. “Lo único que se ha hecho es pedirles que paguen como cualquier otro usuario, y es muy poquito, unos tres euros al mes, no es gravoso ni merma la competitividad”.
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