Macael (Almería, 6.200 habitantes) confía en recuperar su plaza Esplugues de Llobregat, convertida en metáfora de la asfixia financiera que atraviesan los Ayuntamientos. Su alcalde, Raúl Martínez (PP), mantuvo ayer un contacto con dos representantes de Eiffage Infraestructuras, acreedora de la deuda de 2,3 millones de euros que llevó al juzgado de Instrucción Único de Purchena (Almería) a emitir una orden de embargo sobre el espacio público, de 150 metros cuadrados, y que legalmente es propiedad de la empresa.
Martínez confía en cerrar en 20 días un acuerdo con la constructora, que pasa por permutar la plaza por alguna de las parcelas del Ayuntamiento con calificación de suelo urbano que gestiona la empresa municipal Villa de Macael. Esa empresa está en el epicentro de la polémica. Fue la que dejó de abonar las facturas de la constructora, que en 2004 realizó unos movimientos de tierra previos a una promoción inmobiliaria. Ese impago ha sido el que ha originado ahora el embargo, que además de la plaza incluye cuatro parcelas valoradas en 1,2 millones de euros.El alcalde confía en que Eiffage Infraestructuras renuncie a ejecutarlo. La compañía, que anteriormente se llamaba Constructora Rus, declinó ayer ofrecer su versión a EL PAÍS, aunque el regidor asegura que tiene predisposición a negociar. Las partes deben ponerse de acuerdo por el precio de los bienes, que la crisis y el parón del ladrillo han depreciado un 30% en cinco años.
Noticia de El Pais.
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