VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO
Mas de 10.000 mil personas se han congregado en la plaza de la constitución junto a la iglesia para aclamar y celebrar la eucaristía en honor a la Virgen Del Rosario.
Antes de todo esto en los previos, eran los hermanos de la pre-hermandad de la virgen los que una hora antes se encontraban en el interior de la iglesia viendo como sacar a la patrona, ya que este año la puerta por la que siempre sale o se saca a la virgen, se ha colocado el altar donde se celebraría la eucaristía por lo que han tenido que sacarla por la otra puerta. El trabajo a sido arduo ya que la virgen pasaba justa entre los travesaños de la puerta pero la pericia de estos portadores se hizo patente y salido sin el mas mínimo rasguño. También afinaban sus voces los componentes de la coral que serian los encargados de poner el tono musical de la eucaristía.
Una vez Fuera la Virgen fue colocada junto a la torre mudéjar de la Iglesia y mirando hacia el centro de la plaza.
El padre Oscar acompañado de otro sacerdote y varios monaguillos dieron comienzo a la ceremonia saliendo por la puerta de la torre que es donde se encuentra la sacristía, teniendo que cruzar por delante de la virgen y el resto de la gente.
Tras la misa y varios vivas a la virgen un gran estruendo de cohetes daba el comienzo a la procesión, eso si con una larga cola de gente delante de la virgen.
En primer lugar el estandarte seguido de todas las niñas y mujeres ataviadas con el vestido de Sevillana seguidas a continuación dos largas filas , una a cada lado de la calle de gente que iba rindiendo penitencia a la virgen, haciendo la procesión descalzos.
La banda de música de Macael avisaba de que las mas grande estaba llegando y allí estaba ella con su vestido dorado y ente gritos de guapa iba abriéndose camino.
Cuando la virgen transitaba por el desvío ( zona del recinto ferial) el tiempo presagia lluvia y las primeras gotas hacen aparecer los primeros paraguas.
Pero la virgen y los macaeleros clamaron al cielo y al final las gotas se fueron y el día se despejo.
Una vez llegada la virgen de nuevo a la Iglesia un gran estruendo de nuevo de cohetes rompe el cielo así avisando a todos que la virgen ya se ha encerrado, dando así el comienzo a la fiesta del medio día en las carpas del Bulevar.
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