Los médicos destinan el doble de tiempo a los enfermos al liberar las consultas del papeleo
Ni era sano par los pacientes ni era saludable para el sistema sanitario. Acudir a los centros de salud con cierta frecuencia para retirar tratamientos de enfermedades crónicas era una molestia considerable para los usuarios, y un trastorno para los médicos que pierden horas cada día en el 'papeleo' de recetas o partes. Lo sufrían los médicos, saturados, y lo padecían los pacientes, que en el sentido literal de la palabra debían poner más voluntad que Job si tenían que acudir a su médico de cabecera.
La implantación de la receta electrónica, que alcanza ya a 61 centros de salud de Almería y provincia, con 780.000 prescripciones farmacéuticas realizadas desde su implantación, se está revelando como una pequeña revolución en la asistencia de la Atención Primaria, con notables ventajas para las dos partes: para pacientes con tratamientos crónicos, porque sólo visitan al médico si quieren hacerlo, y para los profesionales, porque de los cinco minutos de media que tenía para cada uno de los usuarios que piden cita a diario, en la actualidad se ha doblado el tiempo de atención hasta consolidarlo entre los siete y diez minutos por persona.
Lo explica con entusiasmo la doctora Carmen Molina, del centro de salud de Ciudad Jardín, en la capital almeriense. «Es una mejora considerable para todos. Acabar con el papeleo y la burocracia que tanto tiempo nos robaba antes nos permite dedicarnos más a los enfermos que acuden a las consultas, y entre ellos más a los que más lo precisen, y nos ayuda a realizar un mejor diagnóstico».
Puede parecer poco, pero la doctora Molina asegura que los cinco minutos de media que ha ganado un médico por paciente en un centro de salud, es la diferencia entre la satisfacción del profesional, que cree que hace su trabajo en condiciones mínimamente aceptables, o la sensación de 'atropello' que da ver consultas llenas.
La receta electrónica, 'culpable' de estas mejoras, se traduce en cifras concretas y desde su implantación se estima que ha 'retirado' de las consultas de los centros de salud al 20% de los pacientes más habituales. Este porcentaje, ayudado también con la implantación de otras prestaciones como la cita previa a través del servicio Salud Responde, también se visualiza en datos: de los 60 pacientes de media que cada médico atendía en su consulta, en la actualidad oscila entre los 40 y 50. Todo, en definitiva, mucho más racional.
Cómo funciona
El modelo funciona de la siguiente manera: cada usuario tiene una tarjeta que contiene un microchip. Es una especie de llave para que el médico pueda entrar en el programa de gestión de prescripciones y dispensaciones, situado en la isla de la Cartuja de Sevilla y, tras consultar las historias clínica y farmacoterapéutica, emita un diagnóstico y fije un tratamiento.
El paciente va a la farmacia que prefiera, donde el boticario pasa esa tarjeta por un lector, ve las prescripciones hechas por el médico, anota los medicamentos que dispensa y cierra la conexión informática con el ordenador central, donde queda reflejado tanto lo recetado por el facultativo como lo dispensado por las farmacias.
Para los profesionales sanitarios, la extensión de la receta electrónica no sólo evita desplazamientos a los pacientes crónicos, «ha supuesto un alivio de la presión asistencial de los centros de salud». Desde la implantación de la prescripción de fármacos por la llamada Receta XXI o electrónica se ha reducido el número de consultas. Cuando el próximo año todos los centros de atención primaria de la provincia utilicen este sistema (ya alcanza al 86% de la población, 531.701 almerienses adscritos a los centros de salud que operan con el sistema informático Diraya) y todas las farmacias estén preparadas para dispensar los medicamentos electrónicamente, las consultas disminuirán hasta un 25%.
61 centros en Almería
La previsión es superar las 800.000 dispensaciones mediante este sistema. La principal ventaja es que los enfermos crónicos no tienen que acudir continuamente a su centro de salud para renovar los tratamientos prescritos.
En concreto, disponen de este nuevo servicio los usuarios de 61 centros de atención primaria, todos los centros sanitarios de la capital, además de los de Benahadux, Llanos de la Cañada, Níjar, Campohermoso, Viator, Huércal de Almería, San Isidro, Carboneras, Retamar, Llanos de la Cañada, Cabo de Gata, Archilla, Puente del Río, Almerimar, Aguadulce-Sur, Aguadulce-Norte, Santa Mº del Águila, Ejido-Norte, Ejido-Sur, Cortijos de Marín, Berja, El Parador, Puebla de Vícar, Cabañuelas, Mojonera, Marinas, Santo Domingo, Roquetas-Norte, Roquetas-Sur, Gangosa, Balerma, Dalías, Las Norias, La Envía-Golf, Albox, Garrucha, Vera, Cuevas del Almanzora, Huércal-Overa, Olula, Macael y Vélez-Rubio.
La Delegación de Salud que tutela Manuel Lucas asegura que la receta electrónica supone una de las principales apuestas de Andalucía en materia farmacéutica, y destaca el apoyo del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Andalucía para poner en marcha la iniciativa.
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