La tercera y última fase de remodelación de la zona centro de Ceuta, que llega hasta la iglesia de Los Remedios, está lista para su aprobación por parte del Consejo de Gobierno, órgano al que los técnicos de Procesa tienen previsto presentarla una vez finalice la Semana Santa.
El ámbito de actuación abarca desde la intersección de la calle Sargento Coriat hasta la citada iglesia, en el cruce con Teniente Arrabal. En dicho ámbito se registran distintas alineaciones de los edificios, por lo que la remodelación prevé regularizarlas para disponer superficies de acerado de idénticas dimensiones en toda su extensión. La intervención contempla dos tramos, el primero, de 70 metros de longitud hasta el cruce con la calle Agustina de Aragón, y el segundo, de 90 metros, hasta teniente Arrabal y la futura calle Martín Cebollino.
Como en las fases anteriores, la nueva calle tendrá un carril central de 2,96 metros, una banda de protección de 0,73 y un ancho variable de acera media de 2,60 metros. Los cambios de alineación se resuelven mediante los pasos de peatones y el cruce con las calles Agustina de Aragón y Duarte.
La idea central del proyecto, según subraya González, es establecer una continuidad con las fases anteriores, adaptando las soluciones ya empleadas “a las peculiaridades o elementos singulares” a resolver en este caso, entre los que cita el cruce con la calle peatonal Echegaray, la zona de carga y descarga incluida en el primer tramo y la puesta en valor de la fachada de la iglesia de Los Remedios. Esta última propuesta se ve reflejada, según la proyectista, en la disposición de la solería, la iluminación empotrada en el suelo y los árboles de enmarque de la fachada, que “respetarán” las imágenes en azulejo cerámico que actualmente existen en la misma.
En lo que respecta a la solería la elección de los materiales no difiere de los empleados en la remodelación de la calle Real. Así, en el carril central habrá granito azul platino flameado, serpentina verde macael filabres al corte con espesores de 8 centímetros, añadiendo en la combinación de colores el granito silvestre por su gran durabilidad. En la banda de protección se colocará serpentina apomazada y caliza ámbar apomazada con espesores de 8 centímetros y cortadas en piezas triangulares. Finalmente, en los acerados se utilizarán combinaciones de mármoles, sierra Elvira gris abujardado y serpentina verde Macael filabres en espesores de 4 centímetros.
La iluminación a ‘tresbolillo’ de farolas modelo ‘tronik’ -iguales a las empleadas en el primer tramo de la calle y en el paseo del Revellín- y situadas en ambos lados de las bandas de protección, “permitirán -resalta González- el refuerzo de la iluminación deseada, así como la iluminación integrada en los bolardos luz triangulares situados en la banda de protección”. En toda la reforma del centro la iluminación indirecta gana de este modo importancia respecto a la de las tradicionales farolas. A este respecto, la arquitecto indica asimismo que la fachada de la iglesia los Remedios quedará enmarcada con proyectores de suelo cercanos. Además todos y cada uno de los pasos de peatones serán señalizados a su vez mediante señales de paso de peatón iluminadas.
Finalmente, y en lo relativo a las plantaciones de nuevos árboles, la autora subraya que sirven no sólo para embellecer los paseos urbanos, sino, a la vez, señalizar intersecciones con pasajes peatonales o rodadas. Por este motivo se han seleccionando los naranjos como árboles de alineación y las palmeras para puntos singulares.
En este ámbito de remodelación la inclusión de maceteros redondos de Scofet como los empleados en los anteriores invadiría, a criterio de la arquitecto, “el espacio útil del peatón”, por lo que la jardinería de flor o arbusto se ha incluido mediante jardineras situadas en la banda de protección y maceteros verticales triangulares adaptados de las piezas triangulares de la solería de la banda de protección. “Será la ciudadanía quien decida su durabilidad -advierte González- pues estos exigen un mayor mantenimiento”.
Un proyecto con vocación de “mejora de la calidad urbana”
La remodelación del último tramo de la calle Real previsto en principio dentro del plan de reforma del centro urbano busca “como en fases anteriores”, que el peatón gane espacio, mejorando las oportunidades comerciales y colaborando con el embellecimiento de las calles en una mejora de la calidad urbana para el disfrute de los caballas”. De este modo resume la proyectista, María Teresa González Sánchez-Heredero, lo que considera las “premisas fundamentales” de su trabajo.
La consecución de estos objetivos ha sido posible al habilitarse nuevas zonas de uso exclusivo para viandantes, como es el caso del paseo del Revellín, o semipeatonales, como se decidió que fuera el segundo tramo de Camoens y, por el momento, también el primero ejecutado en la calle Real.
En todos los casos, la arquitecto ha buscado una “continuidad” tanto en las formas como en los elementos constructivos y decorativos empleados. Así, la serpentina verde, una de las piedras empleadas en la solería, es por ejemplo una de las constantes hoy desde el Revellín hasta la calle Real, al igual que otros granitos, calizas y mármoles de tonalidades, azules o grises, entre otros. La disposición de estos materiales en el suelo, creando un espacio central más amplio y preparado para, en su caso, soportar la rodadura de vehículos, y dos laterales a modo de “aceras” visuales, logra también dar uniformidad al conjunto.
A esto se suma el empleo de plantas ornamentales y mobiliario similar en todas las fases. En cuanto a los adornos vegetales de mayor porte predominan las palmeras y los naranjos. Por su parte, los maceteros son en su mayoría, diseños exclusivos realizados por la autora a partir de los materiales disponibles en el mercado. La iluminación indirecta supone también otra característica común en el renovado ‘corazón’ de Ceuta.
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