Desde hace décadas, los hoteles más vanguardistas y lujosos del mundo han depositado su confianza en la piedra natural. Recepciones, habitaciones y cuartos de baño de todo el planeta lucen de manera inmaculada la pureza blanca y la textura del mármol que de forma artesanal se extrae, produce y tritura en las canteras de la Sierra de Filabres, en Almería. Allí más de trescientas empresas trabajan diariamente para que el Blanco Macael se distribuya donde sea requerido. Y el abanico geográfico es muy amplio.
Si iniciamos el recorrido por territorio nacional, nos encontraremos con este material en las instalaciones de hoteles como el Ritz, el Urban o el Palace en Madrid; el Alhambra Palace, en Granada; el Alfonso XII, en Sevilla; el recién inaugurado Hotel Real de Bohoyo, en Ávila y, entre otros, el Hotel Villa Padierna que, situado en Marbella, es el primer establecimiento español en albergar un anfiteatro romano. Precisamente, los monolitos del escenario se han construido con Blanco Macael.
También en otros continentes destaca la presencia del mármol en sus hoteles más lujosos, especialmente en Norteamérica y Oriente Próximo, donde la incursión del sector se está produciendo a muy buen ritmo. Así, el Hotel Mandarín Oriental de Miami (Estados Unidos), el Silver City Hotel Dongguan (China) y el flamante Hotel Burj Al Arab de Dubai (Emiratos Árabes Unidos), que presume de ser uno de los pocos alojamientos del mundo que cuenta con siete estrellas, lucen sofisticadas instalaciones y lujosas decoraciones gracias a la blancura Macael.
Pero no sólo destaca el uso de la piedra natural a la hora de mostrar vanguardia y diseño, sino que el mármol, ligado a la cultura mediterránea desde el tiempo de los fenicios, se emplea para recrear épocas pasadas. Un claro ejemplo de ello es el Hotel Cap Estel, en Niza (Francia). En él se ha utilizado el mármol de Macael para transformar un edificio de principios del siglo XX en un hotel de gran lujo cuyas chimeneas de estilo Luis XVI y Regencia se han realizado según modelos originales de la época.
Y es que es un hecho que cuando las grandes cadenas hoteleras del mundo quieren convertir el lujo y la majestuosidad en su tarjeta de presentación recurren al Mármol de Macael para sus fachadas, columnas, escalinatas, lavabos, baños y, en definitiva, cualquier tipo de elemento decorativo.
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