Los sindicatos ganaron un caso el año pasado en los tribunales
Los sindicatos ganaron en los tribunales el caso de un trabajador del mármol de Macael al que no se reconocía que la silicosis que padecía tuviera su origen en su actividad laboral. Para Juan José Martínez, la cifra es «ridícula» si se enfrenta a la actividad económica que se desarrolla en la provincia y al crecimiento de los últimos años.
El procedimiento, además, no es sencillo. Se tiene que pasar en principio por la mutua y por la Seguridad Social y cuando se determina que la enfermedad es común y no se está de acuerdo hay que acudir a los juzgados de lo Social. «Lo más importante allí es demostrar la relación causa-efecto y para eso se usa -por parte de los servicios jurídicos- diferentes pruebas como los informes médicos de la Seguridad Social y una segunda opinión», precisó el responsable de Salud Laboral de UGT. Cuantificar la cantidad de personas que sufren una afección profesional o que están luchando por su reconocimiento es imposible. «Normalmente, los casos ni siquiera nos llegan y cuando nos enteramos tienen que ser muy evidentes», precisa Martínez. Hay quien prefiere acudir, por otro lado, con abogados propios o, simplemente, tira la toalla y no se enfrasca en un enfrentamiento para hacer valer su opinión.
Por otra parte, en el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo se volvió a subrayar que los índices más altos de siniestralidad laboral se siguen dando en sectores como el de la construcción y el transporte. Los factores que 'ayudan' a que estos trabajadores tengan frente a sí más posibilidades de accidente son muchos y entre los que se encuentran la organización del trabajo a destajo o la falta de sueño y descanso. En la obra, dijo Martínez, «se teme la multa» pero no se considera «una forma indirecta de presión que hay en la actualidad» y que pasa «por el destajo, la prisa y la manera de trabajar». En lo referente al mundo del transporte, «hay muchas prisas, se duerme poco e incluso se están usando furgonetas en lugar de camiones para hacer repartos por el país para no tener que llevar el disco obligatorio». Los camioneros tienen un nivel de estrés y de responsabilidad que ha llevado a los sindicatos a reclamar al Gobierno que se les jubile antes, con unos 60 años. «La respuesta que se ha dado es negativa porque se apuesta ahora por retrasar la jubilación», lamentó el portavoz.
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