Detectan pagos indebidos por más de cuatro millones de euros durante el mandato de Marisol Yagüe
La Cámara de Cuentas emite un demoledor informe sobre la Gerencia de Compras y Contratación en los años 2004/2005 Alude a convenios y contratos en los que se comprueban irregularidades
Otro saco de irregularidades durante la etapa de Marisol Yagüe al frente del Ayuntamiento de Marbella. La Cámara de Cuentas de Andalucía detectó un largo listado de «incumplimientos significativos» de la normativa en la Gerencia de Compras y Contratación Marbella S. L. (GCCM), empresa pública del Ayuntamiento, durante los ejercicios 2004 y 2005, años en los que el Gobierno municipal estuvo presidido la alcaldesa referida. En concreto, la Cámara de Cuentas detectó pagos indebidos por más de cuatro millones de euros.
En el análisis del organismo fiscalizador se alude a una serie de convenios y contratos en los que se comprueban irregularidades y pagos indebidos. «Puede haber indicios de responsabilidad contable», concluye el informe. Y eso que en un principio la función de la empresa no estaba del todo clara hasta que en marzo de 2005 se modificaron de nuevo sus estatutos para adaptarlos a la legislación de régimen local.
A partir de entonces una de sus principales actividades pasó a ser la gestión de compras centralizadas para la prestación de los servicios municipales y la contratación de obras y servicios. Sin embargo, no se aprobaron las cuentas anuales de la sociedad correspondientes a los ejercicios fiscalizados ni se llevaron los controles financiero y de eficacia.
La constitución de GCCM en 2000, con un capital social de 3.006 euros a través de tres empresas, no reconoció «su calidad de empresa pública del Ayuntamiento de Marbella» hasta 2005. Asimismo, la Cámara de Cuentas apuntó que la sociedad no tenía ningún instrumento de control de los contratos ni se elaboró un inventario de sus bienes muebles e inmuebles. Pese a todo, la empresa contaba con un fondo de 22.000 euros de media.
El listado de irregularidades impone. Más que por la reincidencia, por las cantidades que desvela la Cámara de Cuentas. La que más llama la atención es la de 1.879.998,83 euros, desviada para sufragar el gasto de la remodelación de los pantanales 1, 2, y 3 del puerto deportivo. GCCM no tuvo reparo en cuatriplicar la financiación puesto que el presupuesto de la obra en 2002 se detenía en 498.732,36 euros. La sociedad adjudicó directamente dos contratos por el mismo importe a otras tantas empresas, de forma que «a una le encargó el suministro del mobiliario y materiales y a otra la ejecución de la obra».
Otro de los incumplimientos significativos a los que se refiere la Cámara de Cuentas tiene que ver con un convenio suscrito en abril de 2003 por el entonces alcalde Julián Muñoz con una empresa constructora, Copasur, para permutar bienes municipales valorados en 1.246.644,31 euros, por la ejecución de determinadas obras cuantificadas en 1.142.028, 66 euros. La Cámara de Cuentas detecta un saldo favorable de 104.615,65 euros a favor del Ayuntamiento, «y se ignoran las razones de esta diferencia».
Sin embargo, analizadas las obras incluidas en el convenio, se deduce que en unos casos no están realizadas completamente, y en otros no está debidamente acreditada su ejecución. Todas las operaciones derivadas de esta permuta carecen de reflejo contable.
Precisa la Cámara de Cuentas que, dada la diferencia entre la valoración de las obras y los inmuebles y los importes de las obras no ejecutadas o no acreditadas, «puede existir un perjuicio económico para el Ayuntamiento de Marbella de 792.696,67 euros».
Mármol para una casa
Los autores detectaron también dos facturas por un importe superior a los 36.000 euros correspondientes al año 2005 por las que se carga a la empresa municipal la compra de mármol blanco de macael y travertino, una encimera, cenefas, rodapiés y otros elementos aparentemente destinados a una vivienda privada. Ni las facturas ni en el albarán de entrega están firmados por el responsable de la empresa municipal, sino por el concejal de Obras. Según el informe, se desconoce el destino dado a este material, pues el concepto que aparece en ambas facturas es «varias obras Gerencia».
Las irregularidades reflejadas en el informe son innumerables. Se descubrieron 14 facturas presentadas por la misma empresa por un total de 407.000 euros. Como la ley considera contratos menores aquellos que no superan los 30.050 euros, se realizaron facturas por valores de 29.990 euros o similares. El informe considera que ha podido existir un fraccionamiento de obras para evitar cumplir con los trámites legales y hacer más difícil detectar y controlar los gastos
En el análisis del organismo fiscalizador se alude a una serie de convenios y contratos en los que se comprueban irregularidades y pagos indebidos. «Puede haber indicios de responsabilidad contable», concluye el informe. Y eso que en un principio la función de la empresa no estaba del todo clara hasta que en marzo de 2005 se modificaron de nuevo sus estatutos para adaptarlos a la legislación de régimen local.
A partir de entonces una de sus principales actividades pasó a ser la gestión de compras centralizadas para la prestación de los servicios municipales y la contratación de obras y servicios. Sin embargo, no se aprobaron las cuentas anuales de la sociedad correspondientes a los ejercicios fiscalizados ni se llevaron los controles financiero y de eficacia.
La constitución de GCCM en 2000, con un capital social de 3.006 euros a través de tres empresas, no reconoció «su calidad de empresa pública del Ayuntamiento de Marbella» hasta 2005. Asimismo, la Cámara de Cuentas apuntó que la sociedad no tenía ningún instrumento de control de los contratos ni se elaboró un inventario de sus bienes muebles e inmuebles. Pese a todo, la empresa contaba con un fondo de 22.000 euros de media.
El listado de irregularidades impone. Más que por la reincidencia, por las cantidades que desvela la Cámara de Cuentas. La que más llama la atención es la de 1.879.998,83 euros, desviada para sufragar el gasto de la remodelación de los pantanales 1, 2, y 3 del puerto deportivo. GCCM no tuvo reparo en cuatriplicar la financiación puesto que el presupuesto de la obra en 2002 se detenía en 498.732,36 euros. La sociedad adjudicó directamente dos contratos por el mismo importe a otras tantas empresas, de forma que «a una le encargó el suministro del mobiliario y materiales y a otra la ejecución de la obra».
Otro de los incumplimientos significativos a los que se refiere la Cámara de Cuentas tiene que ver con un convenio suscrito en abril de 2003 por el entonces alcalde Julián Muñoz con una empresa constructora, Copasur, para permutar bienes municipales valorados en 1.246.644,31 euros, por la ejecución de determinadas obras cuantificadas en 1.142.028, 66 euros. La Cámara de Cuentas detecta un saldo favorable de 104.615,65 euros a favor del Ayuntamiento, «y se ignoran las razones de esta diferencia».
Sin embargo, analizadas las obras incluidas en el convenio, se deduce que en unos casos no están realizadas completamente, y en otros no está debidamente acreditada su ejecución. Todas las operaciones derivadas de esta permuta carecen de reflejo contable.
Precisa la Cámara de Cuentas que, dada la diferencia entre la valoración de las obras y los inmuebles y los importes de las obras no ejecutadas o no acreditadas, «puede existir un perjuicio económico para el Ayuntamiento de Marbella de 792.696,67 euros».
Mármol para una casa
Los autores detectaron también dos facturas por un importe superior a los 36.000 euros correspondientes al año 2005 por las que se carga a la empresa municipal la compra de mármol blanco de macael y travertino, una encimera, cenefas, rodapiés y otros elementos aparentemente destinados a una vivienda privada. Ni las facturas ni en el albarán de entrega están firmados por el responsable de la empresa municipal, sino por el concejal de Obras. Según el informe, se desconoce el destino dado a este material, pues el concepto que aparece en ambas facturas es «varias obras Gerencia».
Las irregularidades reflejadas en el informe son innumerables. Se descubrieron 14 facturas presentadas por la misma empresa por un total de 407.000 euros. Como la ley considera contratos menores aquellos que no superan los 30.050 euros, se realizaron facturas por valores de 29.990 euros o similares. El informe considera que ha podido existir un fraccionamiento de obras para evitar cumplir con los trámites legales y hacer más difícil detectar y controlar los gastos
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